Prosigue Sami-Ali en estas páginas una reflexión progresiva que ya reconoce jalones, entre otros “El espacio imaginario”, publicado en versión castellana por esta misma editorial. El tema general es la dialéctica del cuerpo y de la proyección, pensada desde el psicoanálisis. “La proyección -explica- es ante todo creación de un espacio topológico irracional en que son equivalentes el adentro y el afuera, y de un tiempo reversible en que se objetiva el ritmo del cuerpo. Una misma estructura imaginaria rige uno y otro, y es definida por la relación de inclusiones recíprocas”. Discurre aquí Sami-Ali sobre el caso analizado por Freud del presidente Schreber y analiza, en su paranoia, aquella lógica de inclusiones recíprocas producto del proceso proyectivo. La psicosis paranoica hace visible un segundo plano alérgico, con figuras simétricas y complementarias a la vez. Tanto en una como en otra la somatización aparece cuando la proyección se debilita, y desaparece cuando esta se refuerza, dando cuenta de una correlación negativa.